UBICACIÓN
Playa Blanca es un encantador barrio costero situado en el sur de Lanzarote, conocido por sus playas de aguas cristalinas, su ambiente tranquilo y su singular entorno volcánico. Originalmente un pequeño pueblo de pescadores, Playa Blanca ha crecido hasta convertirse en uno de los destinos turísticos más atractivos de la isla, ofreciendo una combinación perfecta de modernidad y auténtica esencia canaria.
El pueblo cuenta con una excelente infraestructura turística, que incluye restaurantes que sirven la mejor cocina local e internacional, tiendas y el popular puerto deportivo Marina Rubicón, donde podrá disfrutar de actividades como paseos en barco, deportes acuáticos y un animado mercado artesanal. Las playas, como Playa Dorada y Playa Flamingo, son ideales para disfrutar de un día soleado en familia o con amigos, con aguas tranquilas y vistas espectaculares.
Además de sus comodidades, Playa Blanca está rodeada de maravillas naturales. A poca distancia se encuentra el Parque Nacional de Timanfaya, con sus impresionantes paisajes volcánicos, y el Faro de Pechiguera, que ofrece unas vistas inolvidables del océano y de la cercana isla de Fuerteventura. Playa Blanca es un lugar perfecto para relajarse, disfrutar de la naturaleza y explorar la belleza de Lanzarote.
Parque Nacional de Timanfaya
Es uno de los paisajes más impresionantes y singulares de las Islas Canarias. Este parque abarca más de 50 km² y se caracteriza por su terreno volcánico, resultado de las erupciones que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, y de nuevo en 1824. Estas erupciones cubrieron casi un tercio de la isla, creando un paisaje lunar que parece sacado de otro planeta.
El terreno del parque está formado por impresionantes coladas de lava solidificada, cráteres volcánicos y una gran variedad de formaciones rocosas. Uno de los lugares más famosos es el Islote de Hilario, donde la actividad volcánica subterránea sigue siendo tan intensa que a pocos metros bajo la superficie la temperatura alcanza los 400-600°C. Los visitantes pueden ver demostraciones geotérmicas en el parque, como verter agua en el suelo y ver cómo emerge en forma de géiser o prender fuego a ramas secas con el calor subterráneo.